Gestos que contagian
Los más pequeños de la casa suelen imitar comportamientos que ven en los mayores. Se convierten en espejo de quienes son sus referentes. Por ello, y ante ellos, cobra mayor importancia nuestro comportamiento y sensibilidad con el tema del reciclaje, tanto dentro como fuera de casa.
Son los pequeños gestos los que crean hábitos. Ese cartón de leche que no tiras a la basura, y que depositas en otro contenedor que tienes en casa, el folleto publicitario con las ofertas del supermercado del barrio que acaba en tu caja de cartón despensera para estos menesteres, o los tarros de los potitos que momentos antes han devorado y acaban en un cubo en el trastero a la espera del momento de rebose para ser trasladados al iglú. Estos gestos, a diario, acaban convirtiéndose en habituales. Hábitos que adquieren como normas básicas de comportamiento en torno al reciclaje, y además de una manera natural.
Cada vez que tu hij@ repita uno de estos gestos tendrás motivos de sobra para felicitarlo, está aplaudiendo tu modelo, apostando por su presente y cuidando de su futuro.