Seguramente nunca nos planteamos esta pregunta, porque nos parecen más que evidentes sus respuestas. Asociamos medioambiente a vida y nos parece que siempre está ahí, presente, disponible, a la vista, inquebrantable.
Pero si nos paramos a pensar, nuestro día a día aporta cantidad de respuestas a esa pregunta. Respuestas que por su propia evidencia pasan desapercibidas. Y es que lo amamos sin saberlo, en cada momento que nos regala a diario, lo amamos porque nos RELAJA, AYUDA A DECIDIR, COLOREA, TRANQUILIZA, ANIMA, IMPRESIONA, ATRAE, MARAVILLA, DA VIDA, LIBERA, ILUMINA, HACE SENTIR, FORTALECE, NOS HACE MEJORES, EMOCIONA, PURIFICA, DESPIERTA LOS SENTIDOS y muchas más sensaciones que seguro nos vienen a la mente sólo con pensarlo un instante.
Queda claro que lo amamos. Lo que no queda tan claro es si se lo demostramos. ¿Es correspondido? Cierto que hay que amar sin esperar nada a cambio, y eso ya lo cumple nuestro medio natural. Pero sería bueno poder demostrar que nuestros gestos van en ese mismo sentido.
Parece que sólo un día al año, siempre un 5 de junio, se alinean los planetas para recordarnos que es el Día Mundial del Medioambiente. Y ahí queda, como una señal en un calendario. Pero cuando quieres a alguien, ¿esperas un año para demostrárselo?
Extremadura es una tierra que nos despierta los sentidos, una tierra con recursos naturales envidiables, una tierra en la que vivir integrados en un entorno natural único, y los extremeños queremos a esta tierra, a nuestra tierra, cada día de cada año.
Extremadura quiere, ama, el medioambiente a diarioEn Extremadura, todos los días son del medio ambiente